Desea algo con todas tus fuerzas, seguro que si no decaes consigues aquello por lo que luchas y sueñas.
Todas las noches se acostaba en la cama colocando en la mesilla una botella de agua y un libro, era un ritual que casi nunca interrumpía, ella se ponía su pijama, se ataba el pelo en una cola, bebía unos sorbos de la botella y leía, se ensimismaba tanto en los relatos y en los cuentos que a veces llegaba la mañana continuando el libro en sus manos. El tema de lectura siempre variaba, a veces eran libros técnicos, a veces leyendas lejanas... en ocasiones relatos eróticos, de vez en cuando incluso literatura de auto ayuda.
Mi ritual nocturno consistía en tumbarme a su lado, soy un poco más tecnológica así que sustituyo a menudo los libros por el ordenador portátil y las revistas de opinión por un blog. Suelo disimular, parezco ensimismada con mi equipo informático pero de reojo la observo, me encanta estar a su lado en silencio, sintiendo simplemente su calor arropándome junto a las mantas. Podría ser su almohada durante el resto de mis días, adoro estar tumbada al lado de ella, soy una mujer afortunada.
Una noche se quedo dormida con su libro en la mano, se lo quite despacio para no despertarla, la tape bien y encantada me dormí a su lado pero algo sucedió, de madrugada se despertó asustada sudorosa, una horrible pesadilla había osado apodarse del descanso de mi amada, no quise hurgar en la herida, la tranquilice y de nuevo nos dormimos.
A partir de aquella pesadilla algo cambió, mi hermosa lectora dejo de leer y se dormía antes, parecía como si de pronto su costumbre ya no le gustase, las noches aunque no me lo contase, parecían angustiarla, se abrazaba a mi como si el mundo fuese a terminar y cuando por fin se relajaba era cuando se dormía.
No soporto ver a mi mujer mal, desee con todas mis fuerzas que perdiese ese miedo al sueño, desee saber que era aquello que tanto la atemorizaba, desee convertirme en su sueño para calmar su aflicción, desee protegerle aquello que no conociese, desee ser su angelita guardiana, por lo menos durante aquellas noches de temor. Dicen que cuando deseas algo con mucha fuerza se hace realidad, y eso fue lo que sucedió, mis deseos se convirtieron en realidad.
Esa noche me dormí mas pronto de lo habitual, una bruja malvada me llevaba a un castillo oscuro y tenebroso, donde ardían miles de libros en una hoguera, la bruja reía sin cesar y amenazaba a todas aquellas personas que leyesen con despojarlas de lo que mas amasen, seres queridos, sueños. Futuro... de pronto entendí que le pasaba a mi mujer.
Como era consciente de que estaba en un sueño, desee tener un camión de bomberos para apagar aquella horrible hoguera y así de nuevo sucedió, encerré a la bruja en la torre del castillo y regresé a los brazos de mi amada. Encontrando de nuevo mi tan amada rutina nocturna.
Desead algo con todas vuestras fuerzas, lo lograreis.