martes, 8 de enero de 2008

Genova 2001.


NUNCA SE ME DIO DEMASIADO BIEN ESCRIBIR HISTORIAS, PERO AQUÍ TENÉIS UNA SEMI-BASADA EN UN ECHO REAL, ESPERO QUE OS GUSTE.


GENOVA 2001 (PARTE 1)
No siempre sucede todo como una desea, no todas las revoluciones son fáciles, ni todos los cambios resultan como uno espera, todo comenzó hace ya muchos años (o por lo menos a mí me lo parecen) era joven, rebelde y luchaba por una serie de ideas y utopías que rozaban por lo menos, el sueño de dos tercios de las personas que habitan este planeta. Era antimilitarista, revolucionaria, anti capitalista, anti casi todo lo que no fuese un mundo igualitario, sigo siéndolo pero hubo algo y alguién que hizo que todo este cúmulo de luchas sociales se viesen por lo menos menguadas y apaciguadas.
Corría el año 2001, yo estudiaba y llegaba el verano, era junio y en los ambientes en los que me movía existía un gran revuelo y una gran excitación nos íbamos a las movilizaciones en Italia anti globalización, era la primera vez que iba a salir de España, y también era la primera vez que iba a sentir en mi propia piel lo que significaba ser toda una activista internacional. Lo teníamos todo preparado, dormiríamos en el estadio Carlini, donde tendríamos talleres, charlas y preparativos de las manifestaciones, mesas etc, para una persona joven como yo, y aunque la mayoría de mis amigas no lo comprendiese, era casi un sueño echo realidad, iba a luchar de verdad, iba a gritar, iba a exigirle a los 8 países mas grandes del mundo, un mundo mejor, y yo iba a estar en primera línea.
El caso es que, después de ahorrar, conseguir un coche, buscar la ropa apropiada, por fin comenzamos el viaje a lo que iba a cambiar mi vida radicalmente, lógicamente en el viaje llevábamos nuestras cervezas y nuestros “cigarros especiales” No recuerdo ya, cuantas horas de camino fueron, pero se pasaron en seguida, tuvimos algún problema en la frontera y nos llegaron a contar que Berlusconi tenía misiles tierra-aire para la defensa del G8 (yo iba a unas manifestaciones, pero allá cada uno...), llegamos al Carlini por fin, montamos la tienda de campaña y allí estaba ella...
Una chica, alta. Joven y con los ojos, mas oscuros y mas profundos que había visto en mi vida, estaba en la organización, preparaba los talleres y nos colocaba por zonas, nos explicaba cuantos frentes había en la lucha y esas cosas que la verdad era, U(a mi me sonaban un poco a chino,) pero extrañamente no le podía quitar los ojos de encima, nunca me había pasado eso con nadie; me miraba y me derretía, así que hice todo lo posible en mi mano, para pegarme a ella, durante toda la estancia en Genova.
La primera noche, me atreví incluso a invitarla a una copa de “kalimotxo” se llamaba rosa y era de algún colectivo comunista, se tomaba todo aquello, muy pero que muy en serio, y se notaba que quería protegernos a aquellos que ibamos por primera vez a una revolución como aquella, y yo, no podía dejar de mirar esos ojos, ni dejar de preguntarme porque me atraía una mujer.
Rosa, me cogió de la mano y sin saber como, ni cuando ni, porque, me llevo a su tienda de campaña, fui detrás de ella me senté encima de su saco de dormir y espere, tímidamente su reacción, temblaba, estaba a solas con ella y no me atrevía ni a toser. Busco algo en su mochila
-Esto es para tí-me dijo
-¿que es?
-Un recuerdo-sonrío.
Eran unas pegatinas y unas chapas anti-g8, cuando las estaba mirando me beso, y sentí que podría estar entre sus brazos toda mi vida. Si el amor a primera vista existe, lo encontré en Genova. No puedo describir en un folio, lo que sentí con aquel beso, ni siquiera me atrevería a hacer una larga descripción de como reaccionaba mi cuerpo, mi mente y mi corazón ante sus caricias, solo puedo hacer una odiosa comparación y es que nunca, nadie, me hizo sentir lo que aquella noche aprendí, y si le tuviese que poner un calificativo a aquella lección, le llamaría amor.
Extrañamente me arropo con su saco, y cuando podíamos pasarnos toda la noche haciendo el amor, solo me pidió que descansase que mañana era un largo día.
Cuando me desperté ya no estaba en la tienda, me desperece, me asee, salude a mis compañer@s de viaje y como no, busque a mi amada, la encontré, me guiño un ojo y continúo con su trabajo. Estaba explicando que ese día había una manifestación de emigrantes y que teníamos los talleres de defensa para los que ibamos a intentar acceder a la zona roja para boikotear la reunión. Yo me quede en los talleres, esta vez no por Rosa, si no por miedo, las autoridades nos indicaron que los policías no iban a llevar pistolas y que iba a ser todo lo más pacifíco posible. Antes de salir a la manifestación me dio un enorme beso y me dijo, no te separes de mí, y si cargan, no te quedes atrás.
Comenzamos la manifestación cantando, llevábamos defensas echas de cartón, protecciones, cascos, mascaras anti gas. Parecía que en vez de ir a una mani, iba a la guerra, y la guerra fue... comenzaron a cargar antes incluso de que llegasemos a la zona prevista, había diez mil policías en la ciudad, utilizaron prácticas militares y nos echaron gas lacrimogeno mezclado con gas pimienta, les daba igual a quien pegaban, nos tuvimos que defender con piedras y correr, como nunca corrimos en nuestras vidas. No entendía a que venía tanta agresividad, íbamos desarmados. Yo buscaba a rosa en el medio de la multitud, me torcí el tobillo en el medio de la calle y me caí en al suelo, no quería seguir, no entendía nada.
Rosa me levanto,
-no te quedes atrás, vamos!!! Estamos cambiando el mundo
-No sé si estoy cambiando el mundo, pero esto es una guerra!!!
Dejaron de cargar y nos re-organizamos, comenzamos de nuevo y pacíficamente la marcha y cuando nos dimos cuenta estabamos rodeados de nuevo de policías por todos los sitios, Rosa, tal cual heroína sacada de cuento de hadas me protegío, me callo algún que otro porrazo, pero conseguí salir de alguna forma, de repente se escucharon disparos, vimos como caía un muchacho al suelo y durante unos segundos se hizo todo se hizo silencio, acaban de matar a Carlo Giuliani, tenía 24 años.
Lloré, no entendía nada de lo que estaba sucediendo a mi alrededor, insulte a los policías, patalee, fue Carlo, pero podría haber sido cualquiera de nosotros.
El punto de inflexión en la historia del Movimiento de Resistencia Global fue Génova. La durísima represión, por parte de los carabinieri italianos, fue ampliamente difundida por los medios de comunicación de masas, todavía es hoy el día que no me borro esas imagenes de la cabeza. Al igual que antes no puedo describir lo que sentí en ese momento.
Regresamos al estadio a descansar, no sabiamos que hacer, no podíamos dejar pasar así la muerte de un compañero, pero a la manifestación unitaría iban a ir familias enteras con niños. Decidimos continúar con una marcha pacifíca, Rosa esa noche me consoló, creo que lo hicimos mutuamente, era muy extraño, con todo lo que sucedía a nuestro alrededor entre sus brazos se paraba el mundo, me sentía protegida y abrigada a su lado, a pesar de todo, dormimos como bebes esa noche.

1 comentario:

Clementine dijo...

ay como me gusta lo que posteas . gracias por compartirlo...

palyginti kainas